Un caldo de carne fangoso puede arruinar la impresión de un plato preparado sobre la base. Pero hay algunas reglas simples que le permiten evitar la apariencia de turbidez o corregir la situación si el caldo aún pierde transparencia.
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Manual de instrucciones
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Al cocinar el caldo, recoja cuidadosamente la espuma resultante. Para hacer esto, hay cucharas especiales con agujeros. Para no sacudir la espuma en el fregadero y no salpicar todo alrededor, simplemente sumerja la cuchara en un plato de agua tibia, la espuma se alejará de la cuchara. La cal se recoge mejor cuando el caldo comienza a hervir, así que baje el fuego, ya que con una ebullición fuerte la espuma inevitablemente se mezclará con el caldo.
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Si el caldo es opaco, cocine una pequeña cantidad de arroz, colóquelo en una bolsa de lino y átelo. Haga hervir el caldo y sumerja la bolsa de arroz en el caldo durante varios minutos. El caldo no se volverá ideal después de tal procedimiento, pero será notablemente más transparente.
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Otra forma de aligerar el caldo es agregarle zanahorias especialmente preparadas. Para hacer esto, pela las zanahorias, córtalas por la mitad a lo largo de cada mitad por la mitad. Seca las zanahorias en una sartén sin aceite. Cuando el caldo esté casi hirviendo, ponga las zanahorias en él, se unirá a pequeñas partículas de escamas y el caldo será más fácil de colar. Tenga en cuenta que si las zanahorias son especialmente ricas en caroteno, puede dar al caldo un color amarillo.
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Si la transparencia del caldo debe ser comparable a una lágrima, use claras de huevo. Un litro y medio de caldo requerirá una proteína. Batirlos en una espuma fuerte, puede estirar la cáscara a mano y agregar a la masa resultante. Enfríe el caldo de carne preparado a una temperatura de aproximadamente 70 grados, ponga la proteína en la sartén, revuelva bien y deje reposar un poco. Los copos resultantes deben eliminarse con una cuchara. Colar el caldo a través de un tamiz con un paño. El tamiz recogerá los copos más grandes y las partículas más pequeñas se depositarán en la tela. Si la tela no aguanta, coloque un tamiz con papel secante y vierta lentamente el caldo. Este método de limpieza del caldo da el mejor resultado.