El ajo es una planta herbácea perenne que pertenece a la familia de la cebolla. El bulbo de ajo consiste en dientes individuales que se comen y se usan con fines médicos.
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Los beneficios del ajo.
La composición del ajo incluye los siguientes elementos:
- fibra;
- proteínas;
- grasas
- ácido ascórbico
- oligoelementos;
- macrocélulas;
- vitaminas;
- volátil;
- compuestos de azufre;
- aceite esencial
El ajo tiene un efecto positivo en el tratamiento de enfermedades del colon. El jugo de ajo reduce la fermentación y la putrefacción en el intestino. Por lo tanto, se recomienda usarlo como aditivo para platos de carne y pescado.
Comer ajo ayuda a regular el colesterol en la sangre y estimula la formación de sangre, y también reduce la presión arterial alta. Use ajo para tratar la artrosis, la gota, el reumatismo.
Debido a la pequeña cantidad de sustancias tóxicas en el ajo, su uso debe limitarse a 3-4 dientes por día.
El contenido de fitoncidas en el ajo le confiere potentes propiedades bactericidas. Las fracciones que se destacan de los dientes de ajo machacados destruyen la levadura. Del mismo modo, actúan sobre diversos microorganismos, hongos inferiores, estafilococos, estreptococos y patógenos de disentería.
Los medicamentos a base de ajo ayudan a mejorar la digestión, promueven una mejor absorción y aumentan el apetito. La infusión de ajo se usa como antihelmíntico. El ajo estimula la formación de bilis y enzimas digestivas. Las preparaciones que contienen extracto de ajo se usan para tratar la hepatitis crónica y la colecistitis como colerético y laxante.
Las mujeres lactantes no deben usar ajo crudo, ya que puede darle a la leche materna un sabor y olor específicos.
La alicina contenida en el ajo es una excelente manera de combatir los resfriados. Otra propiedad única de esta sustancia es su capacidad para prevenir la formación de tumores malignos. Por lo tanto, el uso constante de ajo es una prevención eficaz contra el cáncer.
Para el tratamiento y la prevención de infecciones virales, el ajo debe consumirse crudo, ya que pierde sus propiedades antivirales cuando se cocina.